La muerte de Francisco Martínez, el joven malabarista de 27 años que fue baleado en una calle de Panguipulli, y que falleció en el lugar producto de las heridas, nuevamente abrió el debate sobre la urgente reforma a Carabineros, ya que si bien el joven, en medio de un control de identidad, se resistió y trató de abalanzarse a uno de los policías, las críticas apuntan al procedimiento de contención.
La policía ha sido duramente cuestionada, ya que, según los dos videos públicos y testigos, los balazos llegaron directo al pecho del joven. Incluso, cuando ya estaba abatido en el piso, nuevamente fue baleado, luego, la policía no prestó ayuda a la víctima. Ahora, la polémica se centra en los machetes que utilizaba Martínez para su acto de malabarismo.
Las herramientas fueron entregadas a la PDI por la hermana de Martínez, luego que una mujer, presuntamente testigo del hecho, las tomara y se las entregara a ella. Las armas fueron publicadas en los medios, pero testigos aseguran que no son los mismos machetes que usaba Martínez. El caso aún está siendo investigado y este lunes se realizará la formalización del carabinero involucrado.