Al finalizar el octavo día de ataques por parte de Rusia en contra de Ucrania, se registró un ataque a una planta nuclear de Energodar, la más grande de Europa y se encuentra ubicado en la región de Zaporiyia.
Ante esto, el ministro de Relaciones exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, llamó a Rusia a detener el ataque, dado que una explosión en el lugar sería 10 veces más catastrófica que el evento ocurrido en Chernobyl.
Sin embargo, luego del ataque se desató un incendio en la central, así lo informó el alcalde Dmitry Orlov, "¡Amenaza a la seguridad mundial! Como resultado del bombardeo enemigo continuo de edificios y unidades de la planta de energía nuclear más grande de Europa" y añadió "la planta de energía nuclear de Zaporiyia está en llamas".
Luego de unas horas, la ONU informó que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) no detectó cambios en los niveles de radiación.
Según autoridades ucranianas, en la central se vieron afectadas un edificio y un laboratorio, mientras que no se ha informado de muertos o heridos.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, expresó que "Rusia quiere repetir Chernóbil, pero seis veces más", recordando el accidente nuclear más grande de la historia, ocurrido en la Unión Soviética.
En un video, Zelenski acusó a Rusia de incentivar el "terror nuclear", agregando que “Alertamos a todo el mundo sobre el hecho de que ningún otro país, excepto Rusia, ha disparado contra centrales nucleares. Es la primera vez en nuestra historia, la primera vez en la historia de la humanidad. Este Estado terrorista recurre ahora al terror nuclear”