El alcalde Radonich y el gobernador Santana instaron al MOP a priorizar la Ruta 7 para asegurar soberanía territorial y logística en el extremo sur de Chile.
Durante un encuentro realizado este martes en Punta Arenas, el alcalde Claudio Radonich y el gobernador regional de Aysén, Marcelo Santana, unieron fuerzas para presionar al Ministerio de Obras Públicas (MOP) a fin de que se acelere la concreción de la Ruta 7, vía clave para conectar la Región de Magallanes con el resto del país sin depender del tránsito por territorio argentino.
La reunión, que marca la continuidad de un trabajo iniciado en febrero junto a alcaldes de Aysén, Puerto Natales y representantes del transporte de carga, buscó reforzar la necesidad de dotar a la Patagonia chilena de una conectividad terrestre propia, ante los reiterados conflictos con autoridades argentinas, como el reciente anuncio del gobernador de Chubut sobre el eventual cobro a camioneros nacionales.
"Esto no es nuevo. Cada vez nos encontramos con más obstáculos para el tránsito de los más de 20.000 camiones que cruzan anualmente hacia Magallanes por Argentina. Hoy el 80% de nuestra carga llega por vía terrestre, y somos completamente dependientes", afirmó el alcalde Radonich, subrayando que la situación compromete la soberanía alimentaria y logística de la región. “Así como en Santiago celebran nuevas líneas de Metro, nosotros pedimos que se comience a invertir con la misma ambición en el sur austral de Chile”, añadió.
El gobernador Santana fue enfático en destacar que la macrozona sur nacional ha despertado frente a la urgencia de una conexión territorial por suelo chileno. "Desde Aysén estamos empujando para que el MOP acelere los ritmos de pavimentación, la mejora de curvas y el reemplazo de los tramos que aún dependen de transporte marítimo. Si existe voluntad política, esta ruta puede ser realidad”, indicó.
Ambas autoridades coincidieron en que no se trata solo de un proyecto vial, sino de una política de Estado con implicancias geopolíticas. “Estamos hablando de más de 250.000 kilómetros cuadrados de territorio nacional que carece de conexión propia. Esta es una deuda histórica”, recalcó Radonich.
Santana, por su parte, llamó a una articulación firme entre los gobiernos regionales, municipios y los ministerios clave. “Hoy miles de camiones de Aysén y Magallanes dependen de la Ruta 40 en Argentina. No es aceptable que, teniendo una alternativa por Chile, sigamos subordinados a decisiones externas”, puntualizó.
Ambos coincidieron en que esta demanda no es contra Argentina, sino una responsabilidad del Estado chileno hacia sus regiones más australes. Con la mirada puesta en una Patagonia cada vez más estratégica a nivel mundial, los ediles recalcaron que avanzar en la Ruta 7 es clave para el desarrollo, la seguridad y la integración nacional.