El Presidente del Servel, Andrés Tagle, se refirió a la nueva Constitución en una carta publicada en El Mercurio, llamada "La igualdad de voto en la nueva Constitución", donde expresó que "todos hemos tenido un solo voto en las elecciones en Chile. Ha valido lo mismo en los plebiscitos y en las elecciones donde se elige un candidato. Pero no ha valido lo mismo cuando se eligen las cámaras del Parlamento o para la Convención Constitucional, violando así un derecho humano esencial”.
En este contexto, explicó que se ha vulnerado el principio de igualdad de voto en ciertas oportunidades: "El voto no valía lo mismo en el sistema binominal, donde todos los distritos elegían dos escaños, a pesar de grandes diferencias en habitantes. El voto en el Distrito 6 (Vallenar-Caldera) valía 6,34 veces más que el voto en el Distrito 20 (Maipú)”.
Además, agregó que la igualdad de voto "está contemplado en la actual Constitución y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto San José de Costa Rica). Consiste en algo tan simple como que el voto de los ciudadanos valga lo mismo”.
En la carta también expresó la idea de que "la Convención Constitucional también fue electa con desigualdades graves en el voto que ponen en duda su origen democrático. Se mantuvieron las desigualdades e inequidades de la Cámara".
En la publicación también se refirió a que a los pueblos originarios se les otorgó "un 10,9% de los escaños en base a su población, pero solo votó por ellos un 4,3% del total de votantes efectivos. Un 44,4% de los votantes indígenas optó por votar por convencionales no indígenas. 44.547 votantes indígenas no mapuches eligieron 10 escaños, su voto valió 13,6 veces más que el del votante promedio de la RM. 55 electores yaganes eligieron un escaño, su voto valió más de mil veces que el de los votantes de los distritos de la RM”.
Con estas palabras, Tagle reforzó su idea de que la nueva Constitución se está fundamentando en "la eliminación de as desigualdades, partamos entonces por eliminar la desigualdad del voto. El voto de todos los electores debe valer lo mismo para elegir el Parlamento, no importa la edad, el sexo, la raza, la religión, el lugar donde se vive, los estudios, la profesión, el origen, el pertenecer a un pueblo originario, ser afrodescendientes, germano descendientes o croatadescendientes”.
“La igualdad del voto debe contemplarse en la nueva Constitución, también que la distribución de los escaños del Parlamento a los territorios se haga periódicamente por un organismo independiente como el Servicio Electoral, repartiéndolos proporcionalmente según habitantes o electores usando una fórmula matemática, sin establecer máximos y con un mínimo no superior a uno”, complementó.
“Solo en una segunda cámara, si la hay, podría considerarse con una mayor representación de las regiones. Además, las leyes que lo implementen deberían tener quorum especiales para que no dependa de una simple mayoría que pueda cambiar las reglas del juego democrático”, expresó Tagle.
Finalmente, aseveró que es “perfectamente posible tener escaños para pueblos originarios y respetar al mismo tiempo la igualdad en el voto. Los electores indígenas pueden conformar voluntariamente un padrón separado y votar por sus representantes, pero el número de escaños que elijan debe ser proporcional a sus electores”.