Frente a la tensión entre Rusia y Ucrania, el Papa Francisco convocó para el próximo 2 de marzo, día que se celebra miércoles de ceniza, a una jornada de oración y ayuno por la paz de Ucrania.
"Tengo un gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania. A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas, se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes. Como yo, son muchas las personas en el mundo, que sienten angustia y preocupación", manifestó el Pontífice.
De esta manera el Sumo Pontífice llamó a "todos los que tienen responsabilidades políticas" a hacer "un serio examen de conciencia ante Dios", "el Dios de la paz y no de la guerra".