La Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló que, “la policía de Perú hizo un uso innecesario y excesivo de la fuerza ante las protestas masivas ocurridas entre el 9 y el 15 de noviembre de 2020”, cuando estas se manifestaban debido a que el Congreso removió al presidente Martín Vizcarra.
El informe determinó que los “agentes de la policía no distinguieron entre manifestantes pacíficos -que eran la mayoría- y una minoría que presuntamente actuó de forma violenta”.
El texto menciona que se dispararon cartuchos de gas lacrimógenos y perdigones con escopetas de calibre 12 a la cabeza y torso de los manifestantes a corta distancia y de manera indiscriminada.