Isaac Newton es comúnmente relacionado con sus logros científicos, sobre todo en el área de la física. Si bien era matemático, físico y teólogo, también tenía estudios de alquimia, ocultismo y el apocalipsis bíblico. Es así como intentó predecir el fin del mundo.
En esa área, y basándose en su interpretación protestante de la Biblia, investigó y, a principios del siglo XVIII, concluyó que el fin del mundo llegaría en el 2060.
El físico estaba convencido de que los textos bíblicos contenían información relevante para la humanidad, es por esto que decidió investigarlos.
Este descubrimiento se hizo a través de una carta (no destinada al público) que Newton escribió en 1704 junto con cálculos matemáticos reales. En el documento, el científico señala que el fin del mundo se dará 1.260 años después de la fundación del Sacro Imperio Romano Germánico (800 d.C.).
Según información entregada por diversos medios de comunicación, donde se citó a la Universidad de Hebrea de Jerusalén, Newton habría evaluado versículos bíblicos del Libro de Daniel y el Apocalipsis para dar con esos resultados.
Al respecto, Newton escribió a principios del siglo XVIII: "Puede que termine más tarde, pero no veo ninguna razón para que termine antes".
Dicha carta forma parte de documentos inéditos de Isaac Newton, donde se demuestra su interés por la alquimia, las profecías apocalípticas y la historia antigua. Sin embargo, han existido diversas teorías a lo largo de los años que han fracasado y esta podría ser una más de ellas, o tal vez no. El futuro hablará por sí solo.