Cerca de 300 jóvenes participaron en las fiestas clandestinas de Cachagua que organizó el piloto de rally Samuel Israel. Al publicarse los hechos, varios registros audiovisuales fueron eliminados, pero las autoridades continúan investigando para dar con todos los responsables.
La oficina del Ministerio Público de La Ligua trabaja en tres querellas y dos denuncias. Para avanzar en el proceso, la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (BIDEMA) de la PDI está a cargo de las diligencias, aunque la investigación se ha dificultado por la poca colaboración que han prestado los involucrados.
Entre los problemas que han enfrentado, según reporta La Tercera, hay quienes se niegan a declarar, otros que no quieren realizarse el PCR, algunos que dicen no haber participado aunque aparecen en los videos y una madre que negó conocer a su hijo para evitar la multa que podrían cursarle.
Respecto de las sanciones, para los responsables de la organización de las fiestas, podrían enfrentar penas privativas de libertad o multas que parten de las 6 UTM. Sobre los responsables, las multas también serían una de las sancionespor tratarse de un delito contra la salud pública, pero en el caso de quienes se niegan a confesar, o de esta madre que entregó información falsa, podrían ser procesados por obstrucción a la justicia.