Según el estudio de "Lancet Countdown Sudamérica", Chile y Perú son los países de la región que tienen la mayor tasa de mortalidad atribuible a la presencia de contaminación del aire.
El informe de 2022 sobre salud y crisis climática señaló que nuestro país contabiliza 230 muertes por cada millón de habitantes, apuntando a la contaminación del aire como uno de los principales factores de riesgo que presenta la degradación del medioambiente.
También se reveló que Chile fue uno de los únicos países en registrar una disminución de los espacios verdes en la última década.
Por otro lado, señaló que Perú, con 31 microgramos por metro cúbico (μg/m3), y Bolivia (27 μg/m3) lideran la lista de países sudamericanos con peor calidad de aire, superando en más de cinco veces las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio asignó a la contaminación atmosférica la muerte prematura de cerca 37 mil sudamericanos en 2020, 1.000 más que en 2015, por su relación directa con el riesgo de infartos, problemas respiratorios y cáncer.
Además, entre otros problemas que encontraron los investigadores, fue el incremento de las olas de calor y cómo estas han ido en aumento desde el 2000, junto con el número de muertes relacionadas a ellas en mayores de 65 años que afectan a países como Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela.
Emergencia climática
El propósito del estudio es presentar evidencias ciéntificas para poder apoyar estrategias de respuestas específicas que puedan paliar estos efectos negativos sobre el medioambiente y el bienestar de las personas.
Según la directora ejecutiva de "Lancet Countdown", Marina Romanello, "luchar contra la crisis climática puede ser la mayor oportunidad para la salud global del siglo XXI".
Se debe señalar que, de los 73 centros urbanos examinados, el 84% contaba con niveles muy bajos o excepcionalmente bajos de áreas verdes útiles para hacer frente a las olas de calor y mejorar la calidad del aire.
Además, subrayaron el daño "desproporcionado" que tiene la emergencia climática sobre la salud de las poblaciones más vulnerables, que son las que generan menos gases de efecto invernadero y cuentan con el peor acceso a los sistemas sanitarios.
Por otro lado, aparte de implementaciones urbanas para hacer frente a los perjuicios de la emergencia climática, los expertos reclamaron la mejora de infraestructuras de centros sanitarios para hacer frente a catástrofes naturales.