Hasta el lunes, cerca de 1.400 migrantes habían sido controlados y denunciados por ingreso ilegal al país solo en el mes de enero, según denunciaron desde la Intendencia de Tarapacá. El ingreso de migrantes ha sido en su mayoría por ciudadanos venezolanos.
Según explican los extranjeros, se trata de un sacrificado viaje de más de 12 horas desde Venezuela hasta Colchane, previa caminata de cuatro horas por el desierto. El ingreso por pasos no habilitados se ha ido incrementando en los últimos días debido a la inminente promulgación de la Ley de Extranjería.
Los migrantes llegan a Chile y se dirigen directamente hacia las comisarías de Carabineros, donde se autodenuncian, pasan un periodo en cuarentena y son dirigidos a residencias sanitarias. Sólo el último fin de semana ingresaron más de 700 personas a los albergues, la mayoría colegios, que ya están colapsados. Más aún, pronto deberán habilitarse para el retorno a clases presenciales en marzo.