Luego de cinco años de que se implementara la ley de interrupción del embarazo en tres causales (violación, riesgo de vida de la madre e inviabilidad del feto), 4 de cada 10 obstetras en hospitales se amparan en la objeción de consciencia para no proceder en caso de tratarse de una violación, según expuso un estudio de El Mercurio.
Esto corresponde a un 43% de los profesionales (576 en total).
En relación a ello, instituciones privadas que se han manifestado objetoras de consciencia en las 3 casuales son: la Pontificia de Universidad Católica, la Red de Salud UC Christus, la Corporación Iglesia de los Adventistas del Séptimo Día, el Hospital Parroquial de San Bernardo, la Clínica Indisa (esta también solo en caso de violación) y la Universidad de Los Andes.
Sin embargo, se supone que el número ha descendido, puesto que en 2018, llegaba al 47%.
Asimismo, los servicios de salud que poseen más obstetras objetores de consciencia están en la regiones de O'Higgins y el Maule, así como también en el sector suroriente de la Metropolitana.
"Si bien hoy en día existen protocolos para asegurar la atención de quienes buscan interrumpir voluntariamente el embarazo en tres causales, falta fortalecer muchos aspectos. Entre ellos, una mayor formación de las y los profesionales que realizan las atenciones", comentaron desde Asociación Chilena de Protección de la Familia (Aprofa).
Sin embargo, de acuerdo a Patricio Silva de la Universidad Central y exsuperintendente de Salud, ninguna persona se ha quedado sin ser atendida.
"Si una mujer solicita atención médica invocando una causal, lo puede hacer, porque hay tiempo. Si en un lugar no hay profesionales no objetores, se le deriva a otro centro”, explicó.